12 No me entregues a la voluntad de mis adversarios, porque contra mí se han alzado testigos falsos que respiran violencia.Y mi oración regresó a mi propio seno. La oración nunca se pierde; si no bendice a aquellos por quienes hemos intercedido, por lo menos bendice a los intercesores. Las nubes no siempre dejan caer la profusión sobre el mism